Dicen por ahi que cuando inicia el año, se tienen que hacer cientos de piruetas y pases mágicos, para que el año venidero sea de bienaventuranzas, sin embargo, mi hijo Pablo Volbrecht de 16 años me dio hoy en la tarde una lección, al darme mi abrazo me dijo que cada quien construye el año nuevo como quiere. Y si efectivamente, cada quien construye su año. Como buenos albañiles de la vida, vamos pegando ladrillo a ladrillo, ese gran muro, (The Wall) que al final de nuestra vida se derrumba y quedamos cantando solos con nuestra guitarra, cada ladrillo esta constituido de amor, de esperanzas pero tambien de llanto y desamor. Dicen por ahi que hay que ser mas utiles y mejores y mucho menos egoistas, eso espero de mi.
¿Donde pongo lo hallado?
en las calles, los libros,
la noche, los rostros
en que te he buscado.
¿Donde pongo lo hallado?
en la tierra, en tu nombre,
en la Biblia, en el día
que al fin te he encontrado.
¿Qué le digo a la muerte tantas veces llamada a mi lado
que al cabo se ha vuelto mi hermana?
¿Qué le digo a la gloria vacía de estar sano
haciéndome el triste, haciéndome el lobo?
¿Qué le digo a los perros que se iban conmigo
en noches perdidas de estar sin amigos?
¿Qué le digo a la luna que creí compañera
de noches y noches sin ser verdadera?
¿Qué hago ahora contigo?
Las palomas que van a dormir a los parques
ya no hablan conmigo.
¿Qué hago ahora contigo?
Ahora que eres la luna, los perros,
las noches, todos los amigos.
Silvio Rodriguez
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